miércoles, febrero 13, 2008

La vuelta al mundo



Como Willy Fog pero sin Rigodón, Tico y Romy (y mira que me haría bien tener a un ratón parlanchín que me amenizara las tardes). Así ando, de viaje en viaje, de hotel en hotel y lo peor de todo, sin internet.

Una de las cosas más curiosas de estos viajes de trabajo es que siempre termino en el culo del mundo. Para que os hagáis una idea de hasta donde llega mi aislamiento, os voy a dar un dato de vital importancia: "He encontrado varios de esos mecheros que perdió Jesucristo". Lo dicho, que en el culo del mundo me hallo.

Y sí, que vale, que está fenomenal eso de estar en el campo, de ver ovejitas, de oler la madera quemada de las chimeneas, de saborear unos chorizos de matanza que quitan el hipo..... Pero ¡¡¡¡ESTOY SIN INTERNET!!! y esto, en los días que corren, es como no existir.

Hoy por fin he encontrado un ciber, a 60 kilómetros de mi hotel, donde he podido conectarme para escribir estas palabras, leer vuestras historias y ponerme al día con mi correo. Perdonadme por no haber dejado ningún comentario estúpido (de esos que tanto me gustan) pero es que me habría sido imposible leeros a todos si hubiera plasmado mis ideas en tantos posts. Gracias por los premios, los memés que me habéis pasado y los mensajes de añoranza (se me han saltado unas lagrimitas). Prometo que cuando vuelva a la civilización (si es que eso ocurre algún día) dedicaré todas las entradas que sean necesarias para devolver todo el calor y cariño que he recogido en estas horas.

Me quedan dos minutos de conexión y he de cerrar ya. Siento ser tan breve pero no quería pasar por la red sin dar señales de vida. Espero estar operativa pronto, mientras tanto, intentaré no morirme del aburrimiento pensando en vuestras ocurrencias.

Un besazo enorme de la Doña para todos vosotros.....

P.D: Juanjo, por casi me da un colapso cerebral al leer tu despedida. Gracias al cielo por desistir de tu idea. No puedes hacernos eso, ¡¡¡¡¡no a tu Doña!!!!, porque estando en el exilio leer tu página es como estar en casa. Cuando me invites a unas cañas (porque después del susto que me he llevado pagas tú) ya te tiraré bien de las orejas para que no abandones nunca tu Mala Caligrafía y a todos aquellos que te seguimos.


P.D.2: Se me olvidaba comentar que una de las mejores cosas de estar por aquí es oir la cantidad de piropos que la sueltan a una los obreros de la construcción. ¡¡¡¡Vamos, que me siento como la Chifer!!!!