jueves, marzo 27, 2008

Fauna Oficinera


Debido a que en mi oficina está capado Internet, he decidido que en mis ratos libres (vamos, cuando me venga en gana) voy a escribir mis paranoias en un documento Word para reenviármelos posteriormente a casa y colgarlos desde allí, ya que una necesita expansionarse de vez en cuando durante el horario laboral (y los cigarritos no cuentan) para no volverse loca entre tanto cafre.

El caso es que hace tiempo prometí escribir sobre las pijas-pijísimas de mi oficina, y hoy, viéndolas deambular a mi alrededor sin nada mejor que hacer, he decidido ponerme con el tema.

Este espécimen, por desgracia en vías de “no-extinción”, se caracteriza principalmente por:

- Conversaciones insustanciales con un acento hipermegachupipijo, tipo: “Uis Maris que fuerte me parece la historia esa del novio de la Pantoja ¿te has enterado de que no tiene pasta de dientes en la celda? ¿cómo mantendrá el pobrecillo su higiene “bocal”?”

- Haga el tiempo que haga, ellas siempre están monisisisiismas de la muerte, con unos taconazos de infarto, un escotazo de vértigo y unas minifaldas raquíticas. Vamos, que no entiendo como desde la autoridades sanitarias de este país no se ha llevado a cabo aun ningún estudio intentando explicar como es que estos seres no se mueren de una pulmonía cada dos por tres.

Desvaríos aparte, quiero contaros el encuentro que tuve con una de mis supercompismegaguaystelojuroporsnoopy hace tan solo unas semanas. Me dirigía yo tan tranquila a uno de mis “pitis-descansos”, cuando una de ellas se me acercó y me dijo “Aysssss chica, me voy a bajar contigo a ver si me da el aíre, que estoy de un estresado que ni yo me aguanto, porque hoy tengo mucho trabajo y encima ha venido Don bla, bla, bla y me ha dicho bla, bla, bla……” y en este punto desenganché directamente de la conversación porque tanta pijería en el habla me resulta de los más cargante. A continuación, transcribo las palabras que intercambiamos (en cursiva mis pensamientos al respecto):

Pija: Pues fíjate, el otro día estuve hablando con una amiga sobre ti

Doña: ¿Sí? ¿y eso?

P: Pues resulta que estábamos de compras y le comentaba que no entendía como algunas chicas iban de cualquier manera al trabajo.

D: Interesante (manda huevos que a estas horas tenga que estar aguantando este tipo de gilipolleces)

P: Pues sí, porque nena, con cualquier trapito podrías sacarte mucho más partido, estarías mucho más mona, de verdad de la buena.

D: Es que yo prefiero venir cómoda al trabajo, qué quieres que te diga, eso de pasarme el día embutida en una falda que me corta la respiración y sufriendo por unos zapatos que me sacan la piel a tiras, como que me impide concentrarme para trabajar, que es lo que vengo a hacer aquí.

P: Aisssssss nena, qué exageradísima eres, en serio, vente un día conmigo y yo te cambio el look y te dejo fashion fashion fashion.

D: No te preocupes, que así estoy la mar de a gusto (y si la pego un buen palo para que deje de sufrir la pobrecilla)

P: Porque por cierto ¿tú que haces en tu tiempo libre?

D: (¿y a qué narices viene ahora esa pregunta?, debe ser como Dory, el pescadito azul en la película de "Buscando a Nemo", que de retentiva vamos escasos). Pues me gusta leer, ver pelis, ir al teatro, escribir, vamos, lo típico.

P: ¿Escribir? Claro, con esas pintas ya decía yo que tenías que ser una intelectual, ¿y qué escribes?

D: Pues principalmente relato en un blog el tocamiento de pelotas que me generan algunos personajes de mi vida cotidiana

P: ¿Un blog? ¡¡¡¡Eres como Bea la fea!!!! (espero, sinceramente, que se refiera a que escribo en una página, ¿alguien tiene cianuro a mano?) ¿Y qué hay que hacer para tener uno de eso?

D: (A parte de ordenador, algo que contar hija mía, algo interesante que contar) Pues tiempo, interés y ganas de escribir.

P: Claro, entiendo que no tener novio lleva a estas cosas

D: ¿Qué cosas?

P: Pues a encerrarte en casa a escribir, sin nada mejor que hacer, ¿no?

D: (pero esto me está pasando de verdad o me he metido un tripi esta mañana y lo estoy flipando en colores) En primer lugar no me encierro, lo hago porque me gusta, y en segundo lugar esto no es incompatible con tener pareja, es más, a mi chico siempre le ha gustado lo que escribo

P (con ojos como platos, pálida como la cera): ¡¡¡¡¿¿¿¿¿Pero tú tienes novio?????!!!!!

D: Sí, ¿tan extraño te resulta?

P: Pues sí, no sé, una chica como tú, entradita en carnes, que viste tapada hasta el cuello, pues como que me resulta raro que tenga novio, porque claro, es lo que yo le digo a la Susi, no sé que quieren los hombres, la verdad, con lo monísima que soy yo y la clase que yo tengo, y no es que yo sea creída no, es que es la verdad, que me lo dice todo el mundo, pues como que no me duran nada los chicos, vamos, que no sé yo lo que quieren, ya te lo digo, son muy raros, de verdad, nada que ver con los que había en la época de mi padre, que eso sí que eran hombres, galantes, bla, bla, bla, bla.

D: Mira chata, los hombres no es que sean raros, simplemente que a veces, por extraño que te resulte, buscan mujeres con las que puedan tener una conversación más allá de Versace o Chanel, algo que les motive intelectualmente, y no es que lo diga yo, vamos, que esto se sabe aquí y en la China popular. De todas formas, si me disculpas, tengo que subir ya, que esta mujer de vestimenta cutre tiene que trabajar.

P: Uis, que rintintín utilizas, no te habrá molestado lo que te he dicho ¿no? que yo lo digo por tu bien.

D: No caris no (con rintintín), no me ha molestado lo más mínimo, además, no ofende el que quiere sino el que puede.

P: ¿A qué te refieres?

D: Nada, déjalo, venga, vamos para arriba

Real como la vida misma. Y esta muchacha tiene trabajo, aunque no sé realmente lo que hace. Menos mal que me tomo las cosas con humor y esto me sirve, una vez más, para ratificar aquellas palabras de Einstein (que por cierto ahora utilizan en un anuncio) de: “Solo hay dos cosas infinitas en este mundo, el universo y la estupidez humana, y no estoy muy seguro de la primera”.

Lo dicho, ver para creer, y prometo por lo más sagrado que esta conversación tuvo lugar, por mucho que pueda parecer una exageración.

domingo, marzo 23, 2008

Hogar....¿dulce hogar?

De verdad, que yo no entiendo como hacen las parejas normales, o a lo mejor ahí está mi problema, que yo nunca he sido una mujer normal. El caso es que llevo dos semanas conviviendo con Maromo y creo que voy a ir a pedir ya mismitico la nulidad matrimonial ¡¡¡y eso que aun no me he casado!!!!

Pero vamos a ver ¿cómo es posible discutir tanto en tan poco intervalo de tiempo? Que si quita eso de ahí, que si eso está torcido, que si no sabes poner un clavo, que mira como has dejado eso, ¡¡¡que cojas de ahí coño, que me estoy destrozando la espalda!!!!. Vamos, que ya empezamos a parecer a una de esas parejas que hacen escenas de matrimonio, donde la discusión es la tónica habitual y en la que mi actividad sexual se ha reducido a cero grados Kelvin (y eso para el que no lo sepa, es el cero absoluto). De verdad, contadme como lo hacéis porque de aquí no salimos vivos ninguno.

Y hoy, llena de buenos propósitos, he decidido invitar a Maromo al teatro a ver si fuera del "nidito de amor" conseguíamos limar asperezas. Pero nada, que no ha habido forma. Nada más empezar la obra, el señor se ha puesto a dormitar en el sillón y a mí no me ha quedado otra que clavarle el codo en las costillas cada dos ronquidos. Lo dicho, de aquí al divorcio.

Para colmo de males, en el loft de abajo han montado una fiesta. Sí, sí, de esas con la música a tope y gente dando voces como locos, vamos, el remate final del día. A eso de las dos de la madrugada he bajado a poner orden y me ha abierto un "hormonal", medio borracho perdido, diciendo que sí, que ahora bajaban la música. Son las tres y media de la madrugada y sigo sin pegar ojo. Aquí va a correr la sangre, que yo tengo mucha mala leche acumulada y con sueño soy lo peor del mundo.¿Y Maromo? pues roncando a pierna suelta anda, salió así del teatro y así se ha quedado el pobre. Yo lo flipo, lo flipo y mucho.

Al menos, ya tengo internet, así que espero seguir leyendo vuestras páginas. Si mañana veis en el telediario que una loca ha matado a una panda de quinceañeros en un polígono industrial cualquiera, sabed que la de la imagen soy yo. Por favor, que alguien se encargue de enviarme alcohol y tabaco.


miércoles, marzo 12, 2008

¿Por cuanto tiempo?


Como los turrones “El Almendro”, la Doña vuelve a casa por navidad. Sí, sí, ya sé que estamos a marzo y los belenes se quitaron hace meses, y tranquilos, que no he tomado ninguna sustancia alucinógena que me haga dar saltos espacio-temporales, simplemente lo que pasa es que tras tanto tiempo sin escribir no tenía ni puñetera idea de cómo comenzar el post (¡¡¡¡¡qué triste mi vida!!!!!!), así que una vez soltada la parida de turno, centrémonos por favor.

Hace algunas semanas que volví de mis viajes por territorio nacional, pero nada más aterrizar en mi añorada ciudad, Maromo me asaltó con una noticia bombaexplosivaquetecagas “Lo tenemos nena, por fin un lugar para nosotros, ahora sí que sí”……. Ante tal afirmación me quedé ojoplática, ya que durante unos segundos no sabía si se refería a que había encontrado una casa para vivir o había comprado unos billetes para irnos a la isla de los famosos. El caso es que emocionada (no tanto como si hubiera comprado los billetes) e intrigada al máximo (porque el muy #@#&% no quería darme detalles al respecto), le insté para que me llevara a ver “nuestro-nuevo-posible-futuro-hogar”. Y allí nos plantamos, en un lugar cercano al final del universo, embebido en un polígono industrial abandonado de la mano de Dios y donde no se ve civilización a varios kilómetros a la redonda. Emocionado, Maromo me enseña una mini nave industrial (diáfana toda ella), y con una sonrisa de oreja a oreja me suelta “Esto es un loft, y nos lo podemos permitir”. Creo que el muchacho se tomó muy al pie de la letra aquello que le dije hace unos meses de “Al final nos veo viviendo debajo de un puente cualquiera”, porque esto es lo más parecido a un puente, pero con paredes y sin río.

Pero como dice el sabio refranero español “Menos da una piedra”, y contagiada por la felicidad, ilusión y alegría de Maromo, hemos cogido ese cutri-espacio, el cual se convertirá en nuestro hogar por mucho, mucho, mucho tiempo.

Así que ahora me paso el tiempo libre subiendo y bajando cajas (deslomada como una burra ando), intentando encontrar cada mañana unas bragas que ponerme entre los millones de bolsas de basura que pululan por el suelo del salón-cocina-baño-dormitorio, cenando cada noche fruta y yogures sobre cajas de cartón, y diciéndome cada minuto que si esto es la maravillosa vida en común, más me hubiera valido haberme quedado soltera, que con mis paranoias personales ya tenía más que suficiente.

Un besazo enorme a todos, que os hecho terriblemente de menos.

Nota 1: Ahora estoy sin Internet más que nunca y ¡¡¡¡¡a saber cuando tendremos conexión!!!!, porque no sé si será posible alargar los cables tanto como para que lleguen hasta este lado recóndito del mundo. Pido un poco de paciencia a todos aquellos que siguen al otro lado, que si no escribo y comento es porque me es imposible. ¡¡¡¡Maldita sea!!! ¿Por qué en los últimos trabajos que encuentro tienen la mala costumbre de capar la red? ¡¡¡¡¡Si es que así va el país como va!!!!

Nota 2: # = m, @ = a, & = o, % = n

Nota 3 y pensamiento profundo: Lo mejor del día, despertarme y ver la carita de Maromo a mi lado, si es que ¡¡¡¡me quejo de vicio!!!!. Como dice siempre mi hermano “a ti te va la marcha cantidad guapa”