lunes, septiembre 15, 2008

Ver para creer....

Ayer salí a tomar unas cañas con un amigo que hacía siglos que no veía. Entre unas cosas y otras se nos hicieron las tantas, pero decidí ir a casita a cenar para que Maromo no decidiera buscarse una churri por internet debido a mis escapadas múltiples.

Cuando llegué, el susodicho andaba viendo la tele con una cara de flipao que me asustó, ya que Maromo odia la tele y es imposible verle entretenido con algo que salga de la denominada caja tonta. Me senté a su lado, muerta de la curiosidad, para descubrir de qué se trataba.

El caso es que en la Sexta estaban echando un programa que se llama "De patitas en la calle", que trata sobre un grupo de muchachillos a los que sus padres han echado de casa por lo vagos que son. Enseguida entendí la expresión de ido de mi chico.

Y es que es alucinante la vagancia, las pocas ganas y la pasividad que presentan algunos seres, aunque lo más sorprendente es que todos ellos eran jovencísimos. Viendoles se me caía la cara de vergüenza ajena, mi mente no podía procesar tanta inutilidad junta y casi me da un colapso cerebral cuando Maromo me comentó que minutos antes uno confesaba que no sabía ni hacerse su cama ¡¡¡¡FLIPOOOOOOOOOOOOOO!!!!

Lo único bueno que saqué del cutri programa es que a partir de ahora, nunca, nunca, nunca, nunca jamás volveré a pensar que soy una inútil. Hay gente que me supera con creces, y si no os lo creeis, echad un vistazo al video


domingo, septiembre 14, 2008

Hay que ser lerda.....


Cuando a alguien normal le comunican que su jefe se larga para siempre, lo primero que se le pasa por la cabeza a esa persona es hacer una fiestuqui clandestina para celebrarlo por todo lo alto.

Cuando algo así le pasa a la Doña, un ser anormal por definición, lo único que se le ocurre es ponerse a llorar como una magdalena, tanto como si le hubieran comunicado que sus orgasmos se han esfumado de por vida.




Y es que encontrar un buen jefe en los tiempos que corren es casi una utopía, tan extraordinario como que te toque el euromillón cinco semanas seguidas. Vale que me robaba cigarros y sus ataques hormonales me destrozaran los tímpanos, pero era divertido trabajar con él, y sobretodo, era de lo más gratificante.

Aunque no sepa que existe esta página, aunque nunca sabrá lo mucho que le voy a echar de menos, hoy quería desearle lo mejor en su nuevo camino. Mucha suerte Pablo, de corazón, porque eres grande y te lo mereces.




Y ahora toca esperar la decisión de los grandes jefes, porque con su marcha, mi puesto ya no tiene sentido. Si no encuentran donde reubicarme, estaré de patitas en la calle.

Manda cojones, si es que tengo mú poquita suerte yo.....

martes, septiembre 09, 2008

En la silla de parar las prisas


Mi amigo Chete, una de las pocas personas de mi entorno que tienen la dirección de este caos, ha abierto un nuevo blog. Hace tiempo dejó colgado uno con el que yo me eché muchas risas y alguna que otra lagrimita. "Necesito otras cosas" respondía, cada vez que le achuchaba a que continuara escribiendo..... Ahora parece ser que vuelve a necesitar aquellas cosas que le impulsaron a escribir un día, y yo lo agradezco.



Y marujeando al respecto del ciber espacio, el muchacho me preguntó la razón de mi silencio por estos lares. A parte de la falta de tiempo, la principal de las razones se haya en que últimamente no tengo nada que contar, mi vida es demasiado "aburrida", y no me apatece relatar las veces que me dedico a pasar el polvo o lo mucho que le doy al mocho de la fregona. Como siempre, sus sabias palabras: "Mira que eres pava. Escribe de lo que te preocupa, de lo que te pasa, de las gilipolleces que ves a diario. Escribir ha de ser una necesidad, no una obligación" me han dado qué pensar.

Necesidad y no obligación, ahí está la clave, y eso va a ser lo que me mueva a partir de ahora, lo que yo necesite y no lo que me obligue.

Y como en estos meses he hecho alguna que otra cosa, aquí os dejo colgadas dos de las que más energías me han dado. Los videos no son míos, pero yo no estaba muy lejos.

Un besazo a todos y sed bienvenidos de nuevo.