Dory

Quien haya visto "Buscando a Nemo" seguro que recordará a más de uno de sus personajes. A mí, los que más me impactaron fueron las Gaviotas ("Mío, mío, mío" o "Mine, mine, mine" según el idioma escogido), el clan de Tiburones ex-comedores de carne (Hola, me llamo Chum y soy comedor de peces..... ¡¡¡¡¡Te queremos Chum!!!!!) y Dory, aquel pececillo azul que tenía menos retentiva que los acusados en el Caso Malaya.

Pues bien, hoy he descubierto que mi Maromo es un Dory en potencia. El pobre nunca se ha caracterizado por la memoria, pero lo de hoy ha sido muy fuerte (¡¡¡¡pero que muy fuerte!!!!!).

Para mí, hay dos días realmente especiales al año: El de Reyes y mi cumple. Ante la llegada inminente de este último, le he preguntado a Maromo si tenía alguna sorpresa preparada o podía empezar a organizarlo a mi manera. El pobre se ha quedado vizco y ha soltado así, como de lo más fresco: "Ummmmmmm, ¿pero cuando es?". Claro, yo rápidamente he pedido el divorcio, la nulidad matrimonial, y nada más porque no estamos casados.

Al darse cuenta de que había metido la pata hasta al fondo y que un comentario de estas características podría llevarle a muchos meses de "trabajos manuales", ha puesto su cara más tierna y me ha dicho: "Jooooo churri, ¿como quieres que me acuerde de tu cumple si yo hasta los 18 años no conseguí aprender el día del mío? Y claro, ¡¡¡¡¡solo llevamos un año juntos!!!!!!"....... Sí, uno solo, y a este paso va a ser el único.

Lo peor de todo es que por muy subrealista que parezca la historia y suene más a una excusa que otra cosa, solo aquellos que le conocemos podemos afirmar sin lugar a dudas que es totalmente cierta, porque la cabeza de este muchacho es un puro desastre. Maromo es un chico muy especial, más que especial podríamos clasificarlo de raro, y como siga así le veo senil a los 35 y a mí llenando la casa con Post-it para recordarle cada uno de sus pasos.

Escuchando: Te la creío tú - Chambao