Trols

Hace unas horas leí un post en "Manda Webos" que me hizo recordar una anécdota familiar. Tras poner varias lavadoras (es lo que tiene ser maruja) me he sentado tranquilamente frente al ordenador para escribirlo cuando, cual ha sido mi sorpresa, he encontrado un comentario de lo más desagradable en uno de mis anteriores posts.

Cuando comencé este blog no tenía ni idea de este mundo, (y siento comunicar que sigo en las mismas) y la primera vez que leí la palabra "trol" en una de las muchas páginas que leía, me quedé un poco alucinada. Primero porque no sabía muy bien a qué se refería, y segundo (cuando comprendí su significado), no entendí por qué la gente tenía esa necesidad de ser desagradable. Ha pasado el tiempo, y sinceramente, sigo sin entenderlo.


He borrado ese comentario no por lo que dicen de mí, que sinceramente me la suda, sino porque se metía con todos aquellos que leen y comentan en este espacio, y eso sí que me ha tocado los cojones.

Este pequeño rincón del ciber espacio fue creado como una válvula de escape, en el que he intentado siempre contar todo aquello que me sucede con un toque de humor, porque siempre he pensado que bastante puteados estamos ya como para no reirnos de nosotros mismos de vez en cuando. A quien no le guste, que no lo lea, es tan fácil como eso, y créeme "Querido Amigo Anónimo", que no me moriré si decides no volver a pasar por estos lares, es más, lo preferiría, porque a dejar malos rollos a otra parte. Siento, sinceramente, que hayas tenido la necesidad de echar tus bilis aquí, donde nadie se había metido contigo, pero siento mucho más que hayas sido tan cobarde como para escribir en modo anónimo, porque me gustaría descubrir en tu blog (si es que lo tienes) cual es el atractivo de esas personas que tiran la piedra y esconden la mano, o de aquellas otras que les encanta degradar a los demás por el puro placer de hacerlo.

A los que me leen, a aquellos que de vez en cuando se echan unas risas por aquí, siento la seriedad y la mala sangre de este post. Y porque no quiero que en otra tarde de viernes se me vuelva a poner esta misma mala sangre, he decidido moderar los comentarios, cosa que no había hecho hasta el momento porque he querido que todo el mundo viviera este sitio con la máxima de las libertades, como si estuvieran en su casa, pero he visto que no es posible.