Free at last!!!!!

¡¡¡Y como resumir un día de tantas emociones!!! Me cuesta encontrar las palabras adecuadas para hacerlo.

El día comenzó con muchos nervios. Tuve que tomarme 4 pastillazos para poder aplacarlos (recordé la vez que tuve que drogar a Sami en plan bestial para poder montarlo en un avión) y llegué al centro de la mano de los que más quiero: Mi madre, mi hermano, Sami, Sofía y Maromo. Como pude, enganché el portatil al proyector mientras pasaban a verme todos aquellos que realmente se alegraban de verme, los técnicos del centro. Fotos a diestro y siniestro para recordar el encuentro, la verdad es que son a los únicos a los que realmente echo de menos.

El tribunal llegó temprano, cosa que no suele pasar, y a las doce en punto estaba con mi puntero en mano y dispuesta a darles caña. 50 minutos de presentación, 10 más que los utilizados en mis ensayos. Me tomé todo el tiempo del mundo. Con la mayor de las parsimonias llenaba el vaso de agua entre transparencia y transparencia (terminé con 3 botellas de agua y tuve miedo de que me entrara un apretón y no pudiera aguantar con tanto fluido dentro, pero aguanté). Hora y media de preguntas por parte del tribunal, chorradas muchas de ellas aderezadas con una prepotencia sin límites. Y claro, salió mi vena borde madrileña y les solté alguna fresca. A esas alturas, ya nada tenía que perder. Tiempo para la deliberación mientras recibía un millón de abrazos de mis amigos. En un rincón, lloraban mi madre y mi hermano.

Llegó el veredicto de manos del presidente: "Un trabajo excepcional, por unanimidad te otorgamos "Cum Laude". Apretón de manos, firma del registro y aplausos. El personal se apelotona para darme la enhorabuena. Sofía a lo lejos intenta llegar sin conseguirlo, hasta que se plantó delante de todo el mundo y dijo "Lo siento pero ahora me toca a mí". Emocionada, llorando como una loca, me susurra al oido: "Panda de cabrones, serán todos hipócritas, a mí estos mamones no me dejan la última".

Y como es costumbre, comida típica con el tribunal. Creo que esta prueba fue más dura que la presentación, dos horas de lo más aburrida escuchando los méritos de cada uno de ellos. Bronca de mi jefa por haber tuteado al tribunal en las preguntas y haberme puesto chula, seguido de "¿pero quien es tu novio?"........ A mí ya me resbalaba todo.

Tras todo aquello, por fin la libertad. Cañas con los colegas, risas varias por mis vaciladas en la defensa y bailoteo hasta las 5 de la madrugada. Llamadas y mensajes miles. Calor de todo el mundo.

¿Y como me siento ahora? Pues rara, muy rara. Es extraña la sensación de levantarse un fin de semana y no tener que encender el ordenador para ponerme con la tesis. Extraña también es la sensación de saber que nunca más volveré a ver a esa gente ni pisar esos lugares.

Lo mejor, comprobar, una vez más, lo arropada que estoy siempre por mi gente, lo mucho que me quieren y lo mucho que los necesito. Sin todos ellos, sin todos vosotros, nada hubiera sido posible, y eso no hay que olvidarlo nunca.

Y ahora solo puedo decir eso de ¡¡¡¡¡Al fin libre!!!!.

Esta tarde la pasaré con mis chicas, sus novios y sus nenes. Con tranquilidad. Sin prisas....

Y al resto ¡¡¡¡Preparaos porque ya he vuelto!!!!

Como siempre, gracias, un millón de gracias.