Esta mañana me levanté a las 6.45, y hasta las 22.50 no he conseguido poner los pies de nuevo en mi habitación. Aunque estoy cansada me he obligado a escribir. Últimamente tengo muchas cosas que contar, me digo a mí misma que ya encontraré un momento adecuado para hacerlo, pero finalmente me es imposible conseguirlo. Resultado: todo se pierde en el olvido.
Pero hoy no. Hoy toca escribir. Intentaré organizarme un poco aunque con la empanada mental que tengo ahora mismo resultará difícil.
- Desde que mi directora que me dijo que ya se habían finalizado las correcciones de la tesis, me he pasado varias semanas arreglando papeles como una loca. Odio la burocracia, los días se hacen eternos esperando una maldita firma. Lo peor es que iba a contrareloj, ya que la última fecha de entrega en el resgistro antes del verano era el 3 de julio (esperar a la convocatoria de septiembre me habría llevado a leer la tesis en octubre o noviembre como muy pronto, cosa que no me apetecía nada), y los días pasaban y pasaban y seguía a la espera de la documentación. Por fin el día 2, a eso de las 7 de la tarde, me llamaron para que fuera a recoger todo. Sal corriendo de casa, busca a un alma caritativa que pueda llevarte todo al día siguiente (no podía pedir la mañana libre en el trabajo con tan poco tiempo de antelación) y mientras no te desesperes en el intento. Finalmente, todo se entregó, y hoy me ha tocado hacer una copia definitiva y buscar la firma correspondiente, con el fin último de dejarla mañana en una imprenta para la encuadernación final. Si alguien piensa que ya se me acabaron las carreras está muy equivocado, ya que tengo que ser capaz de conseguirlas y hacer la entrega a los miembros del tribunal antes de que todos ellos se cojan las vacaciones. ¡¡¡¡YUPI!!!. Lo único que me anima es pensar que esta pesadilla acabará muy pronto (espero que no tarden mucho en darme la fecha definitiva de lectura).
- En el trabajo he tenido algunos problemillas, aunque nada fuera de lo habitual en el mundo laboral que nos ha tocado vivir: Mi superior de turno se dedica a hacerme la vida imposible, nos han quitado la jornada de verano y no quieren pagar las horas extras correspondientes. Como siempre, La Doña se ha ha revelado ante tal despropósito y ha decidido irse todos los días a las tres hasta que no se replanteen la situación y decidan pagar esas horas. Amenazan con despedirme, yo tiemblo solo de pensarlo (jajajajaj, que me parto toda la caja), y he zanjado la discusión con un: "Haz lo que creas conveniente, yo ya lo estoy haciendo"..... Veremos cuanto dura esto.
Y así se me han ido pasando los últimos días, en un sin vivir. Necesito descansar, necesito tiempo para mí, necesito respirar.....
Escuchando: Keep them separated - The Offspring
1 comentario:
Ánimo, Doña, tu puedes!
Dentro de un tiempo te reirás de todo esto.
Y tu jefe es un cabrón, con perdón.
Un besazo, preciosa.
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