lunes, julio 23, 2007

Declaración


El sábado estuvimos comiendo Maromo y yo con mi amigo Lano, pescador compulsivo mediante el método de la botella (una larga historia que contaré en otro momento) y su chica. A votación popular decidimos ir a comer a un sitio de comida rápida. Sentados ya en la mesa de dicho restaurante se produjo la siguiente conversación:

- Lano: ¿Habéis venido mucho por aquí?

- Maromo: Pues no mucho la verdad.

- Doña: Sí, es cierto, aunque la última vez que estuvimos aquí fue realmente divertido

- Maromo: (con cara de pocos amigos) Ni se te ocurra contarlo ¿eh?

- Novia de Lano: Uisssss eso suena a resquemor y tiene pinta de que nos vamos a quedar sin saberlo.

- Doña y Maromo: .......

El caso es que como me quedé con ganas de contar la historia he decidido dejarla aquí por escrito, que para eso es mi espacio y Maromo no me puede vetar ;-). Además, ahora que caigo, ésta es una de esas historias prometidas e introducidas con la frase de "ya lo contaré en otro momento" y ya va siendo hora de pagar mis deudas.

Como la mayoría de vosotros sabéis, Maromo y yo nos conocimos vía "internete". En aquella época yo decidí cogerme el paro y centrarme en la escritura de la tesis, y por otro lado él trabajaba en casa, con lo que nos pasábamos casi todo el día marujeando por el messenger. Después de horas y horas de charlas, intercambios de fotos, risas y demás pamplinas, empezamos a quedar. Yo poco a poco me iba enganchando y él no daba muestras del más mínimo interés. Además, entre quedada y quedada, yo tenía la cabeza medio mareada por Gael que no se decidía, y por Alan que me invitó a Inglaterra a pasar la semana santa con él.

Un día Maromo insistió en que saliéramos a cenar, y yo, intentando sacarle información sobre su estado hormonal hacia mí, cogí y le pregunté inocentemente eso de: "Y bueno ¿qué pensaste cuando te envié aquella foto y me viste por primera vez?". Transcribo su respuesta:

"Pues bueno, cuando la vi me quedé un poco perplejo porque pensé, joder esta tía es un poco horrible ¿no?, pero como eras tan maja y me caías tan bien me dije ¡¡¡¡habrá que quedar más con ella!!!!"

.......

Claro, me quedé sin palabras, a la vez que me iba creciendo el mayor complejo de mona de feria que nadie haya podido tener jamás.

Con una declaración así pensé que lo mejor era tirar la toalla y retirarme a llorar en soledad mi mala suerte. Tras varios días sin dar señales de vida, Romeo decidió mandarme un sms rogando que me conectara, que tenía ganas de hablar conmigo. Yo, como Julieta atontolinada, cedí a sus súplicas. Guardé aquella conversación al completo, claro, y aquí os dejo la parte más interesante:

- Maromo dice: Hola ¿qué es de tu vida?

- Doña dice: Aquí, con la tesis, muy liada

- Maromo dice: Ya, pero no sé, hace tanto que no te conectas, ¿estás enfadada por algo?

- Doña dice: Bueno, eso de que a una la llamen horrible pues como que no sienta muy bien

- Maromo dice: Lo sabía. Si es que yo soy muy torpe para estas cosas. No debí decir nada, o al menos debí decir más cosas que me callé.

- Doña dice: Mira, si vas a seguir con tus lindezas prefiero que no abras la boca.

- Maromo dice: Pero si esto es bueno, de verdad

- Doña dice: Miedo me das....

- Maromo dice: Bueno, a ver como lo explico y no meto la pata de nuevo. Estoy muy nervioso sabes? pero ya más no la puedo cagar, así que allá voy.

- Doña dice:.......

- Maromo dice: ¿Quieres que te lo diga?

- Doña dice: Ya te he dicho que me da pánico

- Maromo dice: Venga va, allá voy. Pues mira, es que yo la otra noche quería decirte una cosa, pero es que soy muy torpe. Cuando me preguntaste por la foto planteé mal el tema, los nervios, ya sabes.

- Maromo dice: Yo lo que quería decirte es que cuando te vi por primera vez, pues como que no eras mi tipo.

- Doña dice: ajá....

- Maromo dice: Pero con el tiempo fui descubriendo cosas que me encantaron y que, bueno, pues eso....

- Doña dice: Pues eso, que?

- Maromo dice: Pues eso, que me encantas.......

La conversación sigue con reproches de Maromo que no entendía como es que no me había dado cuenta de que estaba loco por mí, y yo haciéndole entender que con declaraciones como la suya cualquiera sale al balcón a pregonar a los cuatro vientos: ¡¡¡¡¡LE TENGO TO´LOCO!!!! ¡¡¡¡¡¡ME QUIERE!!!!!!

Aunque lo he dicho muchas veces creo que nunca me cansaré de repetirlo, y es que Maromo es raro, muy raro, más que un perro verde.

Pero es mi bichito raro, y yo le quiero tal y como es (cual Mark Darcy a Bridget Jones).


Y esa es mi historia y mi más que particular declaración de amor.....


Escuchando: "No hago otra cosa que pensar en ti - Serrat"

5 comentarios:

Yo dijo...

Pues es una historia preciosa! :D

Nosotros éramos radioaficionados y el día que quedamos para conocernos me dejó plantada. Apareció y me estuvo observando pero no se dio a conocer. Luego me contó que al verme no se atrevió a presentarse. Pensaba que yo ni me lo miraría. Ya ves... y cuando lo vi por primera vez me quedé colgadísima de él y hasta hoy.
Qué complicados son los hombres, jaja! :)

Un besazo

Lucía dijo...

Qué histora tan bonita ...

Es que a veces lo mejor se encuentra donde menos te lo esperas.

Tú también has ganado una nueva visitante, me encanta tu forma de expresarte.

Anónimo dijo...

Jo! ¿Te das cuenta que a pesar de su torpeza no cejó en su empeño de hacerte saber que en realidad le tenías loco? Eso es lo importante, el empeño, porque nace de lo que siente por ti. A veces cuesta darse cuenta de lo que uno realmente siente y quiere, me alegro que en vuestro caso aún estuviérais a tiempo. Un beso.

Iván dijo...

No es que seamos complicados es que a veces no encontramos las palabras adecuadas.
Bonita historia de amor. Átale bien no sea que se escape.
Un saludo!

roser_pen dijo...

Me ha encantado la historia! Y me encantan las sorpresas que a veces nos trae la vida... Como tu blog.
Y me alegro un montón de que la historia con Maromo siga cada día mejor. Tú te mereces eso y muchísimo más...
1besazo