miércoles, octubre 17, 2007

Viaje a Jordania: Segunda Parte

Y aquí continúa la historia. Espero que todos ustedes la disfruten.....

El martes nos dejaron el día libre. Nuestra idea en este descanso era cruzar la frontera y conocer Jerusalén, pero Mahmud nos comentó que últimamente esa excusión no se realizaba por problemas de seguridad. Como no nos apetecía pasar un día entero en Amman, hablamos con otros miembros del grupo y alquilamos una furgoneta (con conductor incluido) para visitar Gadara, conocida como “La ciudad negra” por sus columnas de basalto. Lo mejor de esta excursión, a parte de las ruinas de la ciudad, fue disfrutar de un poco de silencio, ya que el grupo de los días anteriores era enorme y compuesto por varios especimenes que no paraban de hablar, principalmente para soltar paridas varias, lo que me permitió constatar de nuevo que la estupidez humana no tiene límites. También cabe destacar la paciencia y el buen rollo de nuestro conductor, que aun sin saber español ni inglés, intentó que nuestro trayecto fuera de lo más ameno.

Teatro y restos de la basílica de Gadara




Una vez finalizada la excursión, regresamos a Amman donde nos despedimos de nuestro compañero de viaje. Tras pasear por sus calles, conocer su bullicio y echarnos unas risas, nos dispusimos a buscar un taxi para volver al hotel. Tras esperar más de media hora sin conseguirlo, se paró a nuestra vera un conductor con una furgoneta que nos ofrecía su vehículo como medio de transporte. Sin pensarlo dos veces, los seis nos subimos con el desconocido (¡¡¡¡qué valor!!!!) mientras intentábamos explicarle hacia donde queríamos ir. Como el pobre no nos entendía, decidió llamar directamente al hotel e ir conduciendo mientras recibía las indicaciones desde recepción. Mientras tanto, el buen hombre nos puso música árabe a todo volumen a la par que decía “Baila español baila”. Los 50 céntimos que nos costó a cada uno el trayecto nos proporcionó las mejores risas de todo el viaje, sencillamente, una experiencia inolvidable.

Al día siguiente, partimos rumbo Madaba, denominada “La ciudad de los mosaicos”. En la iglesia de San Jorge se encuentra el primer mapa-mosaico de la era Bizantina que recoge lugares bíblicos tales como Egipto, Siria y Palestina.


De esta ciudad destaca la tranquilidad de sus calles y la amabilidad de sus gentes. En sus tiendas compramos verdaderas obras de arte hechas con arena, ya que el presupuesto no nos alcanzaba para traernos uno de sus bellos mosaicos (por cierto, en una cooperativa donde los realizaban conocí al chico más guapo que jamás haya visto, lástima que fuera el único que no se dejaba retratar).

Artesano realizando una de mis compras




Camino del autobús me ocurrió algo que nunca antes me había pasado. Resulta que Sami y yo estábamos rebuscando en las últimas tiendas cuando un dependiente se me acercó para preguntarme de donde era. Después de hablar unos minutos con él me dijo que era una mujer guapísima, - ¿ein? ¿perdone? ¿yo guapísima?- (con cara de flipamiento total) -Sí, guapísima, nunca había visto una mujer con la piel tan blanca. Pánico me entró cuando Sami se acercó y empezó a negociar con él el número de camellos que daría por mí, jejejejeje.

Por último, nos dirigimos al Monte Nebo. Desde este punto Moisés divisó por primera vez la tierra prometida. La vista sobre el Valle de Arán y el Mar muerto son impresionantes, y dicen, que en días claros, puede divisarse Jerusalén, Belén y el lago Tiberiades.

Valle de Arán y Mar Muerto (a la izquierda)


Tras visitar el castillo de Keraq, llegamos a Petra, pero eso formará parte de otro capítulo. Para ir haciendo boca, aquí os dejo el anochecer entre sus montañas (yo y mis puestas de sol).

13 comentarios:

Manuel Amaro dijo...

¡Qué viaje tan interesante!
Espero impaciente leer el tercer capítulo y ver las fotos de Petra.
Lo mejor sigue siendo el chapuzón panza abajo en el mar muerto. Jajaja.
Un abrazo!!!

Doña Paranoica dijo...

Que malo Manuel!!!!!! No creas tú que eso de ver que están negociando contigo es moco de pavo, jajajajjaja.

Anónimo dijo...

Jajaja! A mí me preguntó una vez un tío musulmán cómo podía llegar a un trato con mi marido y yo alucinando. Peripecias de una ventanilla cara al público, qué le vamos a hacer... ;D

Qué viaje, Doña...
Muy interesante, gracias por compartir tus peripecias. :)

Lástima que el guaperas no se dejase fotografiar. Cachis!

Anónimo dijo...

Ah, se me olvidaba... en Cataluña también tenemos un Valle de Arán (La Vall d'Aran).

Un besazo!

Lucía dijo...

Cada vez son más bonitas las fotos y aún falta Petra que debe ser impresionante ...

Anónimo dijo...

Qué envidia estos viajes. Lo más lejos y exótico que he visitado últimamente es Alcantarilla(Murcia)

Me alegro que te hayas reido con mis tonterías

:)

Anónimo dijo...

Joer, como vives, que envidia! Las fotos preciosas y me he partido de la risa con la anécdota de los camellos. XD

Anónimo dijo...

¡Hooola! es cierto, con las pieles blancas alucinan allí.

Me encantan las fotos.

¿Seguimos?

Raquel Bermúdez dijo...

Sigue contándonos más cosas del viaje,
yo viajo menos q Willy Fog con el globo pnchaO, así q cuéntanos más pleaseeeee

PoYo ت dijo...

tus relatos y tus fotos me hacen viajar a lugares que jamas en mi vida he pensado visitar... te dedicare pronto un viaje mio de mi mexico lindo y querido para que de igual forma te antoje un poco las ganas que mes has inyectado!
suerte!!
saludos!
PoYo

Anónimo dijo...

que envidia de fotos.

roser_pen dijo...

Pues sí, las fotos siguen siendo una pasada...
Jordania es uno de los pocos rincones de esa parte del planeta que que me apetece visitar, y más después de leerte. Así que te sigo con atención...

Anónimo dijo...

Un servidor estuvo también hace cosa de tres semanas. Unos pocos sí visitamos Jerusalem, aunque obviamente no era la excursión que interesaba a los guías pero, con algo de insistencia, lo conseguimos. Me alegro le gustase Jordania.

Fdo. "Pedidor" (Google)