Encadena Memé Literario: El cinturón

Esta idea parte de la cabecita inquieta de Iván, que propuso en su blog hacer relatos encadenados. Para ello, tienes que empezar tu cuento a partir de la última frase de aquel que te mande el reto, siendo tu última frase el encabezamiento para una nueva historia de otro bloguero que se preste. Creo que ha quedado bastante lioso, así que si os apetece, os dejo las bases aquí.

Así que tomo el relevo de esta gran idea. Pinchando en la primera frase podréis acceder al relato original:

“Espero que hoy no lleve puesto el cinturón cuando regrese a casa” – pensaba Marta mientras revolvía desesperada entre los cajones de su cómoda. Era un cinturón viejo, desgastado por los años, pero al fin y al cabo era “su cinturón”, aquel primer regalo que le hizo su primer chico, cuyo nombre a veces le costaba tanto recordar.

Podría decirse que Marta odiaba a su hermana pequeña, la mimada, el ojito derecho de papá. Odiaba darse cuenta de que ella había tenido que luchar el doble que su hermana para conseguir cualquier cosa. Ella fue quien luchó por primera vez para que la hora de llegada a casa fuera mayor, la que luchó para poder salir con chicos, la que luchó por irse sola de vacaciones. A Laura todo le llegó hecho, y por eso las broncas con los “guardianes” habían sido nulas. Laura no discutía, Laura conseguía. Marta sentía como su hermana se había convertido en un lastre durante toda su vida. Mientras sus amigas quedaban después de clase, ella tenía que recoger a su hermana y cuidarla en casa. Mientras sus amigas conocían su primer amor, ella tenía que ayudarla con los deberes.... Siempre a la sombra, siempre incordiando.

Al echar un vistazo rápido a la mesilla, Marta cae en cuenta de que las llaves del coche también faltan.“Esta noche me va a oir, se ponga como se ponga, hoy me oye. No solo me quita la ropa sino que se lleva el coche sin preguntar, esto es lo nunca visto” – se decía para sus adentros mientras su odio crecía por momentos. Porque Laura era perfecta. Porque Laura tenía todo lo que ella siempre quiso, y no, no es una paranoia, lo había notado en las miradas lascivas de todos y cada uno de sus novios al ver a la “peque” por primera vez. “Tanta humillación no es posible, no es posible, siempre las migajas, siempre lo último”.

De repente el teléfono del salón suena, “lo que me faltaba, ¿quien narices será ahora?”

-¿Sí?
- Buenas tardes, ¿es usted familiar de Laura García?
- Sí, soy su hermana ¿quién llama? ¿pasa algo?
- Le llamo desde el hospital de la Santísima Trinidad. Su hermana ha sufrido un accidente de tráfico muy aparatoso y deben personarse lo antes posible en el hospital
- ……..Pero…………. ¿Cuándo? ¿cómo? ¿está bien? ¡¡¡¡¡Dígame algo por favor!!!!
- Su hermana está muy grave, lo siento, por eso es necesario que estén aquí tan rápido como puedan.......... ¿Oiga? ¿me escucha?.....

Marta ya no oía nada. Marta notaba el corazón como se desbocaba. Marta sintió como el peso de la culpabilidad le aprisionaba el alma. “Por Dios, que no te pase nada mi niña, no puede pasarte nada, porque ¿qué haría yo sin ti? ¿qué sería de mi vida sin ti?".......

Bueno, a partir de aquí vosotros tomáis la iniciativa. Quien se vea con ánimo y ganas, que se eche a la piscina, porque no me apetece "nominar" a nadie. Eso sí, dejad algún comentario si lo hacéis para poder seguir la pista.

P.D: Iván, he hecho lo que he podido, está visto que la imaginación no es lo mío, jajajajajaja.