domingo, agosto 26, 2007

¿Y donde?

Estoy que no me puedo mover, por dolerme me duelen hasta las pestañas. ¿Donde se ha quedado aquella muchacha que bailaba toda la noche sin parar y que empalmaba un día de fiesta con otro? Lo que son las cosas. Cuando he despertado esta mañana tenía unas agujetas en los riñones y en las abdominales alucinantes. Extrañada, le he preguntado a Maromo: "Cari, ayer no bebí y no recuerdo que hicieramos nada cuando nos metimos a dormir, asi que ¿es posible que haya vivido una orgía en sueños y no me haya enterado?" Tras mucho pensar, y pensar y pensar, he recordado cual ha sido el causante de estas malditas agujetas: El mítico y legendario baile de todas las fiestas del mundo mundial "Paquito el chocolatero".... ...

¿No os parece triste?

Cuando he conseguido desentumecer un poco mis pobres musculillos, y tras acompañar a Maromo a la estación, he decidido darme una vuelta por los lugares míticos de mi adolescencia. Y para mi pesar, he descubierto que la discoteca donde conocí a mi primer novio es ahora un solar. Y la tienda de deportes donde trabajaba, y en cuyo almacen aprendí mis primeros juegos de manos, se había convertido en una tienda de alimentación de chinos (aunque lo he intentado, no he sido capaz de entrar). Más abajo, las tiendas donde iba de compras con las amigas se han convertido en sendos bancos....

Pero, ¿donde están todos mis recuerdos? Parece ser que una máquina demoledora los ha echado por tierra, y al mirar esos rastrojos del pasado, no he podido evitar ponerme un poquito triste.....

Tras este bajón emocional, voy a ver si ahora me tomo un complejo vitamínico para poder ir mañana a trabajar, porque como siga así al final me veo comprando una garrota.....

Escuchando: Imagine - John Lenon

6 comentarios:

Alberto T dijo...

Muy cierto, yo a veces paso por mi antiguo barrio, y no puedo evitar añorar comercios que ya no están, patios de bloques, donde entrábamos a jugar, que ahora están protegidos con verjas y cámaras de seguridad, o el quiosco que ya no está junto a la puerta de mi antiguo instituto. Me ha encantado esta entrada.

Un saludo

Anónimo dijo...

Sí, a mí me ocurre igual. El barrio en el que nací y viví hasta que me vine a vivir a este pueblo, ha cambiado tantísimo que apenas puedo revivir mis recuerdos en lugares que aún existen.

Cómo entiendo a algunos ancianos...
los recuerdos es lo único que les queda y a veces ni eso. :/

Bueno, por lo demás parece que lo has pasado requetebién. Me alegro... y tómate algo para las agujetas! :D

Un besazo

Doña Paranoica dijo...

Pues sí, Alberto, es una verdadera pena ver como ha cambiado un sitio donde has pasado mucho tiempo. Me alegro de que te haya gustado la entrada.

Y Don´t worry, cuando venía de camino a casa me he sentido así, como una anciana, echando de menos mis recuerdos y mis experiencias vividas. Ha sido un poco triste....

Rubén dijo...

Estoy de acuerdo con todos/as, y es que a mí también me pasa. ¡El caso es no dejar las cosas como están! Salvo raras excepciones, no hay lugar que me traiga buenos recuerdos que, al volver a pasar por allí tras mucho tiempo, continúe igual que la última vez que estuve. Es triste pero parece que es así.

¡Y recupérate para la próxima salida! XDD. ¡Besazo!

Anónimo dijo...

Snif snif es cierto, pero leñe a levantar el ánimo... que es lunes y si empezamos así ya malo

Muakakiss

Yo dijo...

Guapetona, pásate por mi blog cuando puedas! Hay algo para ti. ;)

Un besazo