jueves, agosto 30, 2007

Juventud, divino tesoro……

Las fiestas de mi pueblo siguen, pero después de la experiencia del sábado no he vuelto a aparecer. Me niego a terminar con un pinzamiento lumbar por bailar el “Saturday night”, el “Aserejé” o alguna cancioncita de esas que vienen con danza incluida. Yo ya no estoy para esos trotes.

Es curioso como se comporta “mi fauna ibérica familiar” ante las fiestas. Mi hermano, cuatro años menor que yo y que ha cogido esta semana de vacaciones para poder disfrutarlas de lo lindo, se aparca en casa a muy tardar a eso de las once de la noche. Ahora mismo lo tengo durmiendo en la habitación de al lado roncando a pierna suelta.

Eso sí, mi madre es otro cantar. A las diez de la noche, la buena mujer se emperifolla, se planta sus mejores galas, se echa medio bote de colonia y sale rauda y veloz a la cita con sus amigas. Ayer eran las tres de la madrugada y aun no había regresado a casa. Se está viendo todos los conciertos gratuitos que ha concertado el ayuntamiento y se baila todas las pachangas de la orquesta de turno que toque en la plaza. Lo mejor es oir sus batallitas por la mañana, mientras desayuno. La de hoy ha sido todo un espectáculo:

Mamá: Ais hija, que bueno estaba el chico que cantaba en la plaza ayer.

Doña: Mamá, compórtate.

M: Calla, calla, que tú no le viste. A ese le daba yo de todo menos miedo

D: ¡¡¡¡Pero mamá!!!!

M: Es que hija, estaba para mojar pan. Andábamos todas histéricas viéndole.

D: De eso doy fe, porque mira que estáis salidas las cincuentonas

M: De salidas nada, pero ante hombres así tú me dirás que quieres. Yo no entiendo como podía estar tan bueno. A ver si te animas y te vienes esta noche con nosotras.

Y yo alucinando claro. Me las imagino bailando como unas locas en la plaza, cuchicheando como quinceañeras y guiñándole el ojo al cantarín de turno. Por supuesto, hoy tampoco he salido con ellas, y no porque me fueran a dar vergüenza ajena, que me la darían, sino porque acabaría echando los higadillos al intentar seguir su ritmo bajo sus miradas lastimeras diciendo algo así como “Aisssss juventud, ¡¡¡¡¡divino tesoro!!!!!!”.

Lo dicho, que yo ya no estoy para esos trotes y menos para esas vergüenzas.

5 comentarios:

Yo dijo...

Jajaja! Qué marchosa es tu madre, deberías estar contenta! :D

Y sí, es cierto, parece mentira la agilidad y el aguante que tienen algunas mujeres de cierta edad bailando. En mi pueblo las veo y me quedo O_o y a lo mejor la semana antes de las fiestas las ves en la sala de espera del médico contando sus aventuras y desventuras con el reuma, la ciática y el dolor de no sé qué, jajaja! Son la leche. Es como si les lavaran el cerebro unos días antes diciéndoles: "Donde hay fiesta y bailoteo, hay salud.". ;D

Y ese chico... vaya, que podrías hacerle una foto y colgarla. :D

Un besazo para ti y otro para tu madre!

Rubén dijo...

Me identifico totalmente. Quiero decir, hace 10 años, cuando yo salía de noche, aguantaba lo inaguantable. No volvía a casa más tarde de las 4 y media por no aguantar a mi madre (hiperprotectora donde las haya), pero siempre me quedaba con ganas de más. Pero ahora... ¡ay, ahora! No son ni las dos de la noche y ya estoy hecho polvo, con ganas de volver a casa a descansar. Lo que hace el paso del tiempo, ¿eh? Y eso que aún somos muy jóvenes... miedo me da pensar en cómo estaré dentro de otros diez años.

¡Fuerte abrazo!

Doña Paranoica dijo...

A mí me encanta que se lo pase tan bien, fíjate, cerca de las dos de la madrugada y aun no ha vuelto. A ver con qué historia se presenta mañana.

Lo de la foto, buena idea!!!, estoy por dejarla la cámara para que retrate esos momentos tan espectaculares y así poder disfrutar todas al día siguiente, jajajajja

Anónimo dijo...

Juas juas juas me recuerda a la mía. Muchas veces hasta nos saca ella los colores a mi y a mi novio. Mi primera salia a ver unos boys fue con ella porque casi me obligó y no veas la que se armo, casi tengo que correr para que no me subieran a mi al escenario.

Pero sin duda me encanta que las "marujas" (sin mala leche ehh) se lo pasen así de pipa, se lo merecen ;)

Muakakiss

Anónimo dijo...

Pos tres oles por tu madre y sus amigas.

Y qué energía, que envidia...

A mi las fistas esas me sientan también fatal, en mayo fui a la feria de mi puebl una noche y estuve con dolores en partes de mi cuerpo que no conocía 7 dias.